Monte

El monte se traga todo,
Respira las nubes que lo rondan ingenuas
Hasta que las destruye en lluvia para beberse su esencia fragmentada.
El monte se traga todo,
Engulle a las casas de colores que se aventuran a treparse sobre sus faldas,
Las entierra en su carne rojiza hasta que sus gritos y sus historias se vuelven parte de ella.
El monte se traga todo,
Se traga hasta el aire que guardamos en los pulmones
Y se bebe el agua que diluye nuestra sangre
Su aire helado se come nuestras ganas de morirnos
Y sus piedras, nuestras ganas de seguir subiendo.
Se comparte junto al tiempo el consumirse el cuerpo y el recuerdo de los perdidos, de los secuestrados, de los levantados.
Se come el pelo que aún les queda en la cabeza a las desaparecidas,
Y se come la inmundicia de la especie humana;
Pues estuvo aquí antes que nosotros, seguirá aquí una vez que nos vayamos,
Y aún entonces seguirá consumiendo, indiferente, nuestro legado.